Girumasu – Volumen 2 Capítulo 12

Capítulo 12

«Aquí está,» dijo Jade.

Al escuchar eso, Alina se detuvo. Siguiendo las instrucciones de Jade, habían llegado a un claro exuberante que contenía un pequeño cuerpo de agua.

«¿Un lago…?» ella preguntó.

Era un extraño lago con una gran roca en el medio, como si hubiera caído del cielo. La roca verde musgosa tenía un aire solemne, mientras que la superficie del agua, brillando bajo el sol del mediodía, parecía cualquier cosa menos una mazmorra.

«Lago Roca Musgosa,» explicó Jade. «Es un lugar de descanso conocido entre los aventureros. El éter es más delgado aquí, por lo que no aparecen muchos monstruos.»

De hecho, el sendero estaba muy transitado, y parecía que algunos troncos y tocones se usaban como asientos, señales de que muchos aventureros aprovechaban este lugar para descansar.

«Tomaremos un pequeño descanso aquí,» dijo.

«¿Eh…?»

Ignorando el quejido de Alina, Jade bajó lentamente su arma y comenzó a relajarse, dejándose sin protección como un aventurero inexperto.

«Bueno, si nuestro líder lo dice, entonces supongo que descansaremos,» dijo Lowe.

Encogiéndose de hombros con resignación, Lowe y Lululee bajaron sus armas y se sentaron. Lululee se estiró con fuerza, feliz de haberse librado del pesado escudo. Alina también se sentó con entusiasmo.

«Mis… hombros están tan rígidos…» gimió Lululee.

«Elegí uno más ligero, aunque… Es por eso que te dije que eligieras un escudo redondo que puedas equipar en un brazo,» dijo Jade.

«Pero no puedo esconder mi cara con eso.» La cara de Lululee se torció de arrepentimiento.

«Cuando lo tomé por primera vez, ¡pensé que funcionaría!»

«Bueno, sí, llevarlo por un momento y llevarlo por mucho tiempo son dos cosas diferentes.»

«Cuando sea demasiado para mí, lo cambiaré con Alina…»

«¡Oye!»

«Por cierto, Alina.» Su expresión de repente se volvió dócil, Jade miró fijamente a Alina.

«¿Qué?»

«Este lago es bastante profundo y el agua es clara. He oído que se siente bien nadar. La mayoría de los aventureros principiantes por aquí compiten para tocar la roca musgosa e ir de regreso.»

«Ajá.»

«¿Quieres alegrar el ambiente con un baño?» Jade la invitto de la manera más directa posible, poniendo una mirada muy fría y seria. Satisfecho consigo mismo, continuó: «Por supuesto, ya tengo un traje de baño para ti…» ¡Gerf!

Alina agarró a Jade por la nuca y lo arrojo sin decir una palabra al lago. «Vete a ahogarte, escoria plateada pervertida.»

«¡Brgle grgle!»

Observando desde lejos como Jade se agitaba bajo el agua y Alina lo miraba fríamente, Lowe y Lululee, completamente acostumbrados a tales escenas, bebieron con tranquilidad sus bebidas embotelladas y suspiraron.

«Esa fue culpa de Jade,» comentó Lululee.

«Sí, estoy de acuerdo,» agregó Lowe.

«Oigan, parece que se lo están pasando bien,» sonó de repente una voz masculina gentil cuando un grupo apareció a la orilla del lago.

Era un grupo de cuatro hombres. El mayor de ellos, un sanador de mediana edad que parecía el líder, les preguntó amigablemente: «¿Ustedes también están descansando aquí?»

«Sí, todavía somos principiantes. Estamos entrenando en el Bosque de la Eternidad», mintió Jade con fluidez en un tono de voz un poco más alto de lo habitual. En algún momento había logrado escapar de las garras de Alina.

«Ohh, tienen espíritu. Entonces, ¿qué tal si nos unimos a ustedes por un rato para descansar? Mi nombre es Heitz, por cierto. Encantado de conocerte.»

Tan pronto como se dejó caer al suelo, comenzó una despreocupada charla informal.