Girumasu – Volumen 2 Capítulo 15

Capítulo 15

«…Laila, hey, Laila.»

Jade sacudió suavemente a Laila por el hombro. La recepcionista novata, cuyo rostro estaba pegado a su escritorio, levantó la cabeza con un «¿hmm?». La baba le goteaba de la comisura de su boca y se habían formado arrugas en el formulario de misión que había usado como almohada.

«No puedes más. Deberías ir a casa y dormir. Siempre hay un mañana.»

«…Wahhh, ¿qué hay de Alina? Ah, ella sigue igual…» A mitad de decir eso, Laila miró el escritorio de Alina, vio que todavía estaba lleno de documentos y se hizo una idea. Alina había dicho que iba a salir a tomar aire para despertarse, y no estaba allí.

«Ya hemos hecho lo suficiente,» dijo Jade. «Puedo ver el Festival del Centenario más adelante.»

«¡Entonces puedo sentirme bien al irme a casa!» Feliz como si ella misma fuera a ir con él, Laila comenzó a prepararse para irse de manera eficiente. Justo entonces, mientras hurgaba en el escritorio lleno de documentos para ordenar, murmuró, «…Solo para que lo sepas, Maestro Jade, Alina es en realidad muy amable y fuerte.»

«¿Eh?» Él la miró.

Laila ya no tenía una expresión somnolienta en su rostro, y cuando sus ojos se encontraron, los suyos estaban un poco tristes. «Quiero decir, me han dicho que ha estado haciendo trabajo extra por su cuenta desde que era una novata, y aunque ha sufrido mucho, aun así se asegura de quedarse conmigo mientras hago mis horas extra. No me hace algo como, ¡sufrí, así que tú también tienes que sufrir! ¡No puedes ser así a menos que tengas un corazón amable, ¿verdad?»

«…Yo también sé que Alina es amable,» respondió Jade, recordando vívidamente sus recuerdos del mes pasado.

Las lágrimas le habían corrido por la cara mientras él estaba al borde de la muerte. Sus labios habían estado apretados, como si tratara de contener algo, pero sus hermosas lágrimas se habían derramado de todos modos. Había llorado por él, abandonando sus horas extra, su tranquilidad como recepcionista y todo lo demás para venir a salvarlo.

No quiero volver a verla así.

«Es sorprendente lo comprometida que está Alina con ser autosuficiente. Alguien como yo acudirá directamente a otra persona en busca de ayuda, pero no importa cuánto trabajo tenga acumulado, no importa lo que pase, se obliga a sí misma a tratar de resolver las cosas por su cuenta. Es tan mala pidiendo ayuda a los demás que se agota. Por eso me sorprende que haya confiado en ti.» Laila se río con alegría, luego de repente bajó un poco los ojos y murmuró: «Por favor, apoya a Alina… No importa lo que pase en el futuro.»

«¿Eh? Sí, de todos modos, planeaba hacer eso.»

Una sombra cayo sobre el rostro de Laila. Jade solo pudo preguntarse por un instante por qué se veía tan triste, ya que su expresión anterior fue reemplazada inmediatamente por una brillante sonrisa.

«Bueno, entonces, no quiero entrometerme en su nido de amor, ¡así que me voy a casa!» Laila sonrió como satisfecha con la respuesta de Jade, luego se preparó y salió del Iffole Counter en un abrir y cerrar de ojos.

«…»

Solo en la tranquila oficina, Jade se hundió en su silla y miró hacia el techo. «…Tengo que… hacerme más fuerte…»

Habilidades Sigurth. Con sus poderes actuales, no podía enfrentarse cara a cara con los dioses oscuros, que usaban habilidades Dia. Y eso no era todo: un tanque que no podía bloquear los ataques del enemigo era básicamente un peso muerto.

Si tan solo tuviera una habilidad Dia. Pensamientos desagradables pasaron por su mente.

Solo ahora Jade pudo entender cómo se sentían otros aventureros, desesperados en su deseo de habilidades Dia. Nunca habría sentido esa empatía si no hubiera aprendido sobre las entidades avanzadas conocidas como dioses oscuros.

Un poder desconocido suena atractivo. Sentir que, si solo tuviera eso, entonces podría resolver todos sus problemas actuales. No, incluso sintió que se estaba enamorando de la idea errónea de que nunca resolvería este problema extraordinario sin ese tipo de poder.

Pero eso no está bien.

Antes de confiar en alguna habilidad dudosa que quizás ni siquiera exista, era más importante dar los pequeños pasos que podía dar ahora. Eso era lo que el maestro de Jade le había enseñado. Y eso nunca cambiaria, incluso ahora que todos lo llamaban el tanque más fuerte del gremio.

«¿Una forma de vencer las habilidades Dia con habilidades Sigurth…?»

La verdad es que solo se le ocurrió una idea. O más bien, una vez, cuando era novato e inexperto, se le vino a la cabeza la idea simplista de una forma de ejercer un poder mayor que el de una habilidad Sigurth. Pero era tan peligroso que casi muere cuando lo probó, y su maestro descartó la idea como una «idiotez».

«…Supongo que tendre que intentarlo. Esa es mi única opción ahora.»