Capítulo 17
Lululee y Lowe llegaron a la sede del gremio y se dirigieron al campo de entrenamiento, tal y como lo había especificado Jade.
«Me pregunto a qué se referirá con entrenamiento peligroso…» murmuró Lululee, impulsada por su ansiedad.
Jade era un tipo confiable, tanto como aventurero como tanque, pero en el fondo de su convicción existía una genuina voluntad de arriesgar su vida. Esa determinación lo llevo a convertirse en el tanque más fuerte del gremio, pero como sanadora del grupo, Lululee encontraba la forma en que luchaba altamente inductora de ansiedad.
«Si dijo que era peligroso, entonces será peligroso…» respondió Lowe. Pero a juzgar por su expresión casi exasperada, debía sentirse tan intranquilo como Lululee. «Aunque parece un tipo sensato, realmente tiene algunos tornillos sueltos… en más de un sentido.»
La queja de Lowe se vio interrumpida por el sonido de algo estallando. Al mismo tiempo, un destello rojo explotó en el área cercana al campo de entrenamiento.
«¿¡El campo de entrenamiento?! ¿¡Era él?!» gritó Lowe y salió corriendo.
Lululee lo siguió apresuradamente.
«¡¿Jade?!»
Jade estaba solo en el amplio campo de entrenamiento.
Luces rojas se arremolinaban y se balanceaban en el espacio a su alrededor, parpadeando y dispersando destellos de rayos púrpuras. El efecto de rayo aparecía cuando se activaba una habilidad Sigurth. Jade debía estar activando sus habilidades, pero Lululee nunca había visto la luz esparcida por un área tan amplia como esta.
«¿Q-qué está pasando…?» murmuró ella.
«Ohh, están aquí.» Jade finalmente los notó a los dos y se dio la vuelta. En contraste con el fenómeno inusual que ocurría a su alrededor, tenía una mirada serena en su rostro. Lululee dio un suspiro de alivio.
«¿Esa luz venía de ti, Jade? ¿Qué estabas haciendo…?»
«Entrenamiento especial.» Agitó el brazo y el resplandor rojo de la habilidad se desvaneció. «¿Ah?» Intentó caminar hacia ellos, pero luego de repente se arrodilló. «¿Eh?»
Entonces la gravedad lo derribó por completo y cayó boca abajo.
«¡¿Jade?!»
«¡¿Líder?!»
Mientras Lululee y Lowe palidecían, Jade, boca abajo en el suelo, murmuró débilmente: «Yo… no puedo levantarme…»