Girumasu – Volumen 2 Capítulo 3

Capítulo 3

«¡Oh, qué bueno es salir del trabajo a tiempo…» La voz alegre de Alina se absorbió en las calles de Iffole.

Al igual que recordar agradecer la comida, era importante digerir la alegría de poder salir del trabajo a tiempo los días que se podía. Solo aquellos que habían experimentado el infierno de las horas extra entenderían esta alegría.

Los residentes de Iffole habían terminado de trabajar y volvían a casa. Alina salió de Iffole Counter para mezclarse con la multitud y dirigirse a casa, pero no, primero tenía que hacer una pequeña desviación.

«¡Hola!» Con ese saludo alegre, entró en su negocio favorito.

Era una acogedora tienda de ladrillos que tenía filas de vitrinas refrigeradas con tecnología de reliquias con filas de varios pasteles en el interior.

«Este, este, y este, o y este también, por favor.» Después de comprar un montón de pasteles, Alina se dirigió a casa con una sonrisa en la cara.

Acababa de comprar una brazada de pasteles de camino a casa del trabajo. Solo a un adulto trabajador se le permitía este tipo de lujo. Lo más importante es que había podido salir del trabajo lo suficientemente temprano como para que la tienda aún siguiera abierta.

«Salir del trabajo a tiempo es un privilegio. ¡Me siento como una ganadora…!»

Podría comer pastel para la cena cuando tuviera horas extra, pero entonces no sabría bien. Pero volver a su dulce hogar a tiempo y devorar sus dulces sola, esa era una de las principales actividades nocturnas de Alina.

«¡Voy a ir a casa y comeré mucho pastel!»

Mientras Alina tarareaba, su mirada vagó hacia el centro de una gran plaza de la ciudad.

Era una plaza adoquinada en pleno centro de Iffole. La plaza era bastante bonita, con una puerta gigante de cristal azul y una fuente, pero ahora estaba un poco más desordenada de lo habitual, ya que los encargados estaban preparando las cosas para el Festival del Centenario, al que solo le faltaba un mes para comenzar.

En la plaza había una pila de madera y la fuente de agua había sido apagada y cubierta con una lona.

Esta plaza se inauguraría el último día del Festival del Centenario, en la noche en la que el entusiasmo por el festival llegaba su punto máximo.

Alina no se jactaría de esto (realmente no lo haría), pero había superado muchos, muchos roces con las horas extra. Después de cada período de apuro, logro de alguna manera realizar su trabajo de oficina más rápido y cometer menos errores. Alina sintió que últimamente había crecido mucho como recepcionista.

¡Lo puedo lograr…! ¡Este año seguro que puedo hacerlo…!

Los dos últimos Festivales del Centenario la hicieron llorar. Pero esta vez, seguramente recuperaría sus pérdidas y…

Justo cuando comenzaba a rebosar de determinación y felicidad, una voz emocionada la detuvo. «¡Alina!»

Un aventurero se acercó a ella a toda prisa, con una sonrisa encantadora. Era un joven con el tipo de rostro apuesto que te haría hacer una doble toma si te lo cruzaras en la calle. Era un poco más alto que la media y su cuerpo fuerte y firme estaba enfundado en una armadura ligera, que se balanceaba ligeramente por el escudo gigante que llevaba en la espalda. Las mujeres no podían evitar voltear a mirarlo cuando estaban cerca, y las que lo reconocían incluso chillaban de alegría al verlo.

«…»

Ese mismo hombre corría hacia Alina, sin ojos para nadie más, pero su expresión era tan severa como siempre. No, era peor, se le había formado una intensa arruga entre las cejas.

«¿Qué?» La pregunta escapó de sus labios en voz baja.

Después de correr a su lado, Jade se detuvo y miró a la recepcionista ceñuda en silencio durante un rato. Finalmente, dio un pequeño suspiro y, con voz temblorosa por la emoción, dijo: «Ahh… Estoy absorbiendo mi cuota de Alina por primera vez en un mes…»

«¿Puedes dejar de hablar como un asqueroso pervertido?»

Nadie en Iffole desconocía al hombre que apareció, porque era Jade Scrade, reconocido como el aventurero más fuerte del gremio.

El sol poniente iluminaba su cabello plateado, su rostro amado por los dioses y su físico bendecido —Pero Jade era más que apariencia.

La gente lo llamaba el tanque más fuerte del gremio, y por una buena razón: era la primera persona en la historia de los aventureros en manifestar tres habilidades Sigurth, una clase de habilidad que la mayoría de las personas tenía la suerte de manifestar una. Este prodigio era miembro de Silver Sword, un grupo élite de selectos y poderosos aventureros, y se le había confiado liderarlos con apenas diecinueve años.

Pero contrariamente a su apariencia espectacular, Jade también era un acosador en serie.❮03❯

Comenzó a perseguirla sin descanso desde que la vio por primera vez, sin importar cuanto lo golpeaba o lo insultaba. Y encima de eso, incluso después de casi perder la vida, demostró tener la vitalidad de una cucaracha, arrastrándose del borde de la muerte para seguir molestándola. El hombre era como un zombi.

«¿Regresas del trabajo, Alina?» preguntó Jade.

«Sé que lo sabes porque estabas por ahí espiando.»

«Sí. ¡Para eso vine!»

«Ah, ya veo…» No solo reconoció fácilmente su comportamiento, sino que incluso se mostró extrañamente orgulloso de él, haciendo que Alina frunciera aún más el ceño.

Pero mientras lo maldecía unas cien veces en su cabeza, Jade empezó a murmurar algo. «De todos modos, Alina. En algún lugar de mi corazón, de alguna manera creí… que vendrías a visitarme mientras me recuperaba, en algún momento… al menos una vez».

«…»

Alina desvió la mirada hacia un lado por la forma en que él enfatizó deliberadamente la palabra «visitar». Mientras tanto, Jade se desplomó, diciendo con voz claramente deprimida: «Fuiste tan descarada. Ni siquiera viniste una sola vez…»

«¿Por qué iría a visitarte?»

«Estuve usando mi habilidad Sigurth todo el tiempo, comprobando si estabas cerca…»

«Cállate y descansa.»

«Pero, aun así, nunca te sentí…»

«Bueno, sí, nunca me acerqué a ti, así que es un hecho.»

«¡Pero somos compañeros! ¡Superamos esa crisis mortal juntos!»

«Fue solo una coincidencia que lucháramos juntos.»

«¡De ninguna manera…!»

«¿Y espera, no se supone que debías pasar tres meses en casa recuperándote? Ni siquiera ha pasado un mes.»

Sí, era extraño que Jade estuviera aquí ahora mismo, lamentándose con tanto vigor. Por lo que escucho hace un mes, acabo tan lastimado tanto que le tomaría tres meses recuperarse por completo, por lo que le aconsejaron que se abstuviera de las aventuras y descansara en casa. Gracias a eso, el último mes de Alina fue realmente pacífico. No había sido acosada ni emboscada después del trabajo, y pudo disfrutar de su tiempo a solas.

Entonces, ¿por qué esta «Cucaracha plateada escalofriante ya está corriendo libre»?

«Dijiste esa última parte de tu pensamiento en voz alta, Alina.»

«Porque eso es lo que pienso.»

«He-he-he. Soy tan saludable que me recupero de la mayoría de las heridas en un mes.»

«Ya veo…»

No hay forma de que eso sea cierto, pero como sería una molestia interrogarlo más, Alina dejó las cosas ahí, suspiró y luego se metió en un callejón vacío. Jade era un acosador completo por dentro, pero era esencialmente un líder de élite que tenía el mismo estatus que la gente que dirigía el gremio. Por lo que llamaba demasiada atención, en más de un sentido. Una simple recepcionista como Alina no debería haber estado insultando a un tipo como él en la calle para empezar.

Sin embargo, dado que Jade andaba mostrando abiertamente su afecto por Alina con tanta frecuencia que últimamente las personas de la ciudad a su alrededor en realidad fingían no no darse cuenta por consideración.

Siguiendo a Alina hasta el callejón, Jade cambió de tema de repente.

«¿Más importante aún, has considerado lo que hablamos?»

«¿Qué era eso otra vez?»

«¡¿No es obvio?! ¡Me refiero a que te unas a Silver Sword!» Con ojos ardientes, Jade la pinchó con su dedo índice. «Hace un mes, luchaste una batalla mortal contra un enemigo terrible, un dios oscuro, ¡junto a nosotros como miembro de Silver Sword! Estaba pensando que eso te habría dado una idea de cómo es ser un aventurero y te convencería de unirte a nosotros».

«No me interesa», respondió Alina mientras caminaba sin pasión.

«Con tus poderes, convertirte en una aventurera y una multimillonaria no es solo un sueño, ¿sabes?»

«Mi sueño no es convertirme en multimillonaria; ¡es vivir una vida sin incidentes como recepcionista! Y para empezar, solo lo hice el mes pasado porque prometiste que aumentarías el número de personal en Iffole Counter y ¡te desharías de mis horas extra! ¿Podrías dejarme en paz para siempre?»

«Ngh… bueno, pensé que dirías eso.» Sin rendirse todavía, Jade gimió, luego rebuscó entre sus pertenencias para sacar un papel. «Por eso hoy te traje una propuesta.»

«¿Una propuesta?»

«No he tenido nada que hacer durante todo un mes. Así que todo el tiempo, he estado pensando en una manera en que puedas ser recepcionista y al mismo tiempo unirte a Silver Sword. Si hacemos eso, se encargará de todo… ¡mira!»

«¿Qué…?»

Alina se congeló mientras examinaba el papel que Jade le había puesto en la cara.

Allí, escrito con caracteres dramáticos, estaba lo siguiente: Por orden del representante de Silver Sword, Jade Scrade, nombro a Alina Clover como recepcionista exclusiva de Silver Sword.

«¿Qué… es… esto?» Alina leyó el contenido con asombro puro; incluso tenía el sello oficial del gremio.

Jade curvó los labios con regocijo. «Como líder de Silver Sword, tengo derecho a nombrar un recepcionista exclusivo para nuestro grupo. Hablé directamente con el maestro del gremio y lo obligué a… ¡Ahhhhh, no rompas eso!»

Tan pronto como le entregó el documento a Alina, ella lo arrugo sin expresión y lo destrozo en cuatro pedazos sin dudarlo. Jade entró en pánico por el rabillo del ojo mientras ella lo hacía una bola y lo tiraba. «No me vengas con esta basura, maldito cucaracha acosadora…»

«¡¿Cucaracha?!»

«Si me convirtiera en la recepcionista exclusiva de tu grupo, ¡tendría misiones cayéndome día y noche! ¡No tendría días libres ni espacio para vivir mi vida! ¡Sería un ambiente de trabajo totalmente explotador!» Alina gritó.

La expresión de Jade se puso rígida torpemente. «…N-no, eso no es cierto.»

«Sólo intenta convertirme en la recepcionista exclusiva de Silver Sword con ese poder tuyo… Te ablandaré tanto con mi martillo que serás irreconocible. Te haré arrepentir de haber nacido…», murmuró Alina con un aura oscura, y convocó un martillo de guerra gigante de la nada.

Esta era su habilidad: Dia Break.

Dia era la habilidad de clase más fuerte, que actualmente solo poseía Alina.

El poder aparentemente era del mismo rango que el de los antiguos que alguna vez habitaron esta tierra, la gente que contruyo una nación tan sofisticada que la habían llamado Diania. Pero la historia de Alina no era tan elegante. Decían que los antiguos habían recibido el poder como bendiciones de seres venerados como Dia, pero Alina manifesto Dia Break como resultado del agotamiento por las horas extra.

En cualquier caso, había muchas cosas asombrosas acerca de esta habilidad, pero en este momento, Alina la había activado solo por el hecho de golpear hasta la muerte al acosador que tenía enfrente.

Mientras Alina agarraba el martillo de guerra, su voz temblando de rabia, Jade entró en pánico y salió disparado. Pero, aun así, no podía dejar pasar su propuesta, y gritó: «¡Y-y-y-a sé, si uso mi autoridad! ¡Puedo hacer algo sobre tu situación de personal!»

Alina arqueó una ceja ante su comentario. «…Ajá. Así que llegarás tan lejos, ¿eh? Puedo decir que vas reaaaaalmente en serio.»

«¿¡En serio?! Entonces te unirás a Silver Sw… ¡Bwah!»

Por un instante, el rostro de Jade brilló con alegría, luego, en el siguiente momento, el martillo de guerra de Alina se estrelló contra su mejilla. Jade fue arrojado lejos, dando giros antes de deslizarse por el suelo, chocando contra la pared de un callejón y finalmente deteniéndose.

«Autoridad, un cuerno… ¡Mi vida como recepcionista está en peligro aquí…!»

«Oye… espera… mis heridas apenas se curaron, y ahora están…»

«¡Tienes que aprender a rendirte, estúpido bastardo plateadooooooooo!»

«¡Gyaaaaaaagh!»

Cuando Alina giró su martillo de guerra, Jade chilló y salió corriendo. Luego, un tremendo ruido de bofetadas y el grito de un joven resonaron en la tranquila noche de la ciudad de Iffole.