Capítulo 6
Mientras tanto, Jade Scrade se encontraba en el área de entrenamiento de la sede del gremio.
Bueno, ciertamente se supone que era el centro de entrenamiento que se construyó en los terrenos de la sede del gremio, pero la escena a su alrededor no se parecía en nada.
Se encontraba en un espacio interior sostenido por cuatro pilares. Sin paredes, pero de alguna manera se sentía atrapado, y la iluminación era tenue. El aire húmedo, como si el lugar hubiera estado cerrado durante mucho tiempo, y el característico aroma del éter era denso, tal como lo era en las mazmorras. El área se parecía mucho a las secciones más profundas de las mazmorras, donde habitaban los monstruos más poderosos, como una sala de jefes.
Bajo la débil luz se encontraba una bestia de cuatro patas con tres cabezas: Un cerberus.
Cada vez que lo veo, es como si fuera real…
Evaluando al cerberus mientras le gruñía, Jade levantó con cautela su gran escudo reliquia.
El monstruo que tenían delante mostraba los dientes y estaba listo para la batalla, pero no se movía para atacar. Uno real habría saltado hace mucho tiempo, pero este ni siquiera se movió. Era como un muñeco.
Pero eso no era ninguna sorpresa. El fondo de la sala del jefe y el cerberus eran solo información visual: imágenes virtuales, un holograma creado por una máquina de proyección que el equipo de investigación del gremio había desarrollado a partir de una reliquia.
«¡Listo en comienza cualquier momento!,» gritó Jade, y el cerberus de repente levantó la cabeza como si acabara de cobrar vida.
El gremio no había desarrollado exactamente la máquina de hologramas; sería más preciso decir que de alguna manera lograron restaurar una reliquia que proyectaba datos tridimensionales de esta manera. Los datos se almacenaban en un cristal, que la máquina proyectaba para crear una imagen realista.
Pero el cristal no solo registraba información visual. Funcionaba en los cinco sentidos y podía leer los patrones de comportamiento y los gritos de los monstruos, incluso replicaba la dureza de su carne y su poder de ataque. Sin embargo, el gremio no sabía nada sobre el funcionamiento de la tecnología que lo hacía posible.
Eso solo demostraba lo increíbles que eran las reliquias de los antiguos.
Eso explica cómo crearon a esos dioses oscuros.
Detrás de Jade estaban preparados la maga blanca Lululee, su sanadora, y el mago oscuro Lowe, su atacante a distancia.
Y luego estaba el espadachín que habían recibido como su nuevo atacante de primera línea, un chico llamado Cybil. Con solo quince años, no llevaba mucho tiempo como aventurero, pero incluso sin mucha experiencia, tenía un don excepcional para el combate y derribaba monstruos gigantes uno tras otro. Esta joven promesa había ganado fama con su espada en un abrir y cerrar de ojos.
«¡Hastor!» coreó Jade, y la luz de la magia ilusoria brilló en su espada desenvainada. Cuando clavó la punta en el suelo, el cerberus le apuntó con sus seis ojos.
«¡Su aggro está sobre mí!»
Y con esa llamada de Jade, la batalla comenzó.
«¡Habilidad Activada: Muro Sigurth!» La luz roja oscura de la habilidad rodeó el escudo de Jade.
Esta habilidad confería poder defensivo al endurecer su objetivo. Un latido después, el cerberus se abalanzó sobre Jade con una velocidad que contradecía su gran tamaño, atacando con las afiladas garras de sus patas delanteras.
Observando cautelosamente a su enemigo, Jade repelió el golpe con su escudo.
Se decía que el cerberus era el perro guardián del infierno. Un enemigo temible, lo suficientemente fuerte como para ahuyentar a los monstruos normales en las mazmorras de clase A y convertirse en un jefe de piso.
Si te acercabas a él, la criatura te atacaría con sus gruesas extremidades y garras afiladas; Si te alejabas de él, cada una de sus tres cabezas desataría ataques de aliento de diferentes elementos. Debido a que el cerberus cubría tanto el largo como el corto alcance, era difícil de abordar. Además de eso, se movía rápido, dejando muy pocas aberturas para atacar. Todo su cuerpo estaba cubierto de un pelaje erizado que bloquearía casi todos los ataques contundentes, por lo que los cortes eran las únicas maniobras físicas que le afectaban. Eso significaba que Cybil y su mandoble❮05❯ serian un buen rival para la bestia.
«¡Ignis!» Balanceando su bastón, Lowe activó su magia de ataque. Era su adaptación distintiva de un hechizo de fuego, una bola de fuego concentrada. Los orbes brillantes explotaron ante los ojos del cerberus, golpeando la cabeza derecha de su objetivo y haciéndolo tambalearse por el impacto.
«¡Bien!» Justo en ese momento, Cybil rodeó el flanco derecho de la criatura, balanceando su mandoble horizontalmente y desgarrando el aire con un amplio golpe mejorado por la fuerza centrífuga. Dando una vuelta completa del cuerpo desde la cintura, desató un poderoso golpe al punto más vulnerable del cerberus, cortándole la gruesa cabeza de un solo tajo.
«¡Sííí! ¡¿Qué te parece eso?! ¡¿Lo viste?! ¡¡¡Le di a esa cabeza de un golpe!!! ¡¡¡Un golpe!!!» Cybil gritó mientras retrocedía un paso. Jade sonrió con ironía ante su ingenua juventud.
Pero era cierto que el poder de ataque de Cybil era digno de orgullo. Su mandoble gigante era atractivo: el arma requería todos los músculos de sus brazos y cuerpo para manejarla, y su alto poder de ataque prácticamente garantizaba una muerte con el primer golpe. Pero era difícil usar armas de ese tamaño a su máximo potencial contra enemigos rápidos como el cerberus. Si bien el mandoble parecía ser un arma simple para personas con más músculos que cerebro, se necesitaba mucha práctica para usarlo correctamente, y la técnica de su portador afectaba en gran medida su poder de ataque.
A la mayoría le hubiera tomado un tiempo cortar una de las cabezas del cerberus, por lo que el hecho de que Cybil lo hubiera conseguido de un solo golpe era una prueba de su habilidad.
«¡Buen trabajo, Cybil! ¡A por la siguiente!»
Dicho esto, este era el punto en el que la lucha se pondría seria.
¡Graaaaargh!
Ahora sin una cabeza, el cerberus rugió aún más fuerte.
«¡Urk!» Cybil atacó de la misma manera que antes, pero el cerberus esquivó limpiamente su hoja, al mismo tiempo que rozaba los brazos de Cybil con sus garras. Las heridas del cerberus lo hicieron entrar a un frenesí, duplicando su poder de ataque y velocidad.
La máquina del holograma determinó que Cybil había sido golpeado. Se proyectó una grieta en la hombrera de Cybil, e incluso proyecto sangre holográfica goteando de su hombro, salpicando el suelo. Por supuesto, era solo una proyección. Cybil no tenía heridas reales de las que preocuparse.
«¡Lululee!» Sin embargo, Jade aún gritó una orden a su sanadora, Lululee. Aunque esto era solo entrenamiento, no podían permitirse el lujo de aflojar.
«…¡Heal!» Un momento después de que Jade gritara, un hechizo de curación pasó zumbando, dando en el blanco justo en el hombro de Cybil.
¿Huh?
Por un momento, Jade sintió que algo andaba mal.
Lululee había reaccionado tarde. Normalmente, su hechizo estaría volando para cuando Jade diera la orden, y las heridas de su objetivo ya estarían curadas.
¿No se está concentrando porque esto es solo práctica…? No, Lululee no es ese tipo de persona…
Pero no era el momento de preocuparse por un sentimiento trivial como ese.
«¡Cybil! Una vez que el cerberus se altera, no se inmutará como lo hizo antes. ¡Ten cuidado!»
«…¡Roger!»
Pero ahora, las cosas eran completamente diferentes, y los ataques de Cybil no se conectarían porque el cerbero se agitaba.
«¡Aaaagh! ¡Golpea, maldita sea!»
Cybil estaba entrando en pánico; sus movimientos y ataques se estaban volviendo desesperados, y estaba empezando a recibir golpes menores aquí y allá. Esta no era una muy buena tendencia. Si Jade dejaba que esto siguiera así, Cybil eventualmente sufriría un daño mayor.
Si hubiera una falla en el entrenamiento de combate simulado usando el holograma, esta sería. Aunque simulaba lesiones, en última instancia era solo información visual. Como no trasmitía dolor real, los aventureros tendían a minimizar la gravedad de las heridas y no sentía la tensión que venía con una batalla real.
¿Cuál era el movimiento correcto aquí? ¿Deberían cambiar el flujo de la batalla con la magia de ataque de Lowe? Justo cuando Jade estaba perdido sin saber qué hacer…
Una persona cayó del techo.
«¡¿?!»
No, «caer» no era la palabra correcta. Algo se sumergió en el holograma, como un halcón que apunta a su presa desde lo alto.
Hubo un crujido sordo cuando el piso se agrietó donde aterrizó el individuo.
Llevaban una capa que ocultaba por completo su cuerpo y rostro. Los ojos de Cybil se abrieron de par en par por la sorpresa ante la abrupta entrada de la figura. «… ¿Eh, es ese el Ejecutor?!»
La Ejecutora, no, Alina disfrazada de la Ejecutora, se acercó directamente a Jade, a pesar de que estaban justo en medio de una pelea contra un cerberus.
Finalmente, hubo un chirrido cuando toda la escena a su alrededor se desvaneció, con el monstruo y todo. Una vez que se despejó esa escena oscura y estrecha, la sala de entrenamiento de aspecto frío y el extenso cielo al atardecer se hicieron visibles.
«¿………………Eh? ¿De un golpe?»
Bajando su espada, Cybil miró a la Ejecutora desconcertado. Solo el cerberus sería una cosa, pero su ataque incluso destruyo el procesamiento del holograma y averió la máquina. Ahora estaba mirando su nuevo entorno confundida.
Las armas contundentes eran prácticamente inútiles frente a la dura piel de un cerberus. Se supondría que la criatura debió haber resistido el golpe de un martillo de guerra debido a eso, pero como con todo, la resistencia no significaba nada frente a un poder de ataque abrumador.
Mientras Cybil se quedaba allí sin palabras, con la boca abierta, Jade apresuradamente le puso una mano en el hombro. «Cybil, tu primer ataque fue bueno. Si hubieras seguido así, habríamos ganado. Lo siento, pero cancelamos el resto de la sesión de entrenamiento de hoy».
Sin embargo, parecía que Cybil aún no podía aceptar del todo lo que acababa de suceder, ya que se agarraba la cabeza y se tambaleaba. «¿U-un golpe… Un ataque contundente… No un corte… ¿Y en un golpe…? ¿Por qué yo… tan feliz por una sola cabeza…?»
«Ah, bueno, El Ejecutor es un caso especial, así que no te preocupes demasiado por eso».
«¡¡¡Maldita sea!!! ¡¡Me voy a volver más fuerte!!» Cybil gritó y salió corriendo entre lágrimas.
«…Bueno, debí suponerlo…» Incapaz de hacer nada mientras veía al niño irse, Jade se rascó la mejilla.
El chico era un atacante de primera línea, al igual que el Ejecutora, así que realmente no se le podía culpar. Si un tanque increíblemente fuerte apareciera y eliminara al oponente contra el que habían estado luchando de un solo golpe, entonces tal vez Jade también se sentiría emocionalmente abrumado.
Por cierto, unos días después, Cybil anunció que dejaría Silver Sword para ir a entrenar, por lo que Silver Sword nuevamente se encontro en el punto de partida por su antiguo problema de carecer de un atacante de primera línea.